Esto es:
Estoy amando, no sabría decir, nunca supe explicar, y creo que nunca lo haré. La sensación es única, que no necesita palabras buscadas ni rimadas para sacar lo agradable en la acción del lecturar.
Todo esto por culpa de una mujer, propia de los andes con rasgos de musa, sonrisa perlada que apenas soportaría ver, tez lisa y apenas tocable, mirada pura que cambia hasta al mas rebelde y osco conquistador. Cariñosa, amable, pura y natural, sin complejo mas que el sentimiento generador de feo al mísero espectador.
Alta y fina de corazón, pues contare por ti esta pasión, que quizás después de muerto ni sabrás, ya que estoy amaniatado por mi complejidad y racionalidad.
Mi descontento y labor errante, me llevo a ti. Recuerdas?
Tus movimientos y actitudes con las montañas, lluvia, árboles y vientos embriagaron mi corazón, tanto que generaste una anomalía que buscaba llenar ese volumen faltante llamado amor, la cual curaste.
Mi estupidez y cobardía arrancaron desilusión en ti, pronto llegaría, esa era mi forma de ser.
Decidiste dejar atrás el mundo y mirar al cielo para buscar consuelo, y fuiste correspondida.
Me dijiste que no te buscara, lo hice.
Me dijiste que no te llamara, igual te hice caso.
Me dijiste que era un mentiroso, no te creí.
Nunca supe el porque, pero respeté tu pedido. Creo no saber el dolor que vivías, pero te cuento que el mió fue confuso, irracional, amnésico, nostálgico que enmascaraba a la vez mi desgracia, muerto de miedo, paralizado, desubicado, sin aun entender que te perdí.
Decidiste austeridad, obediencia, castidad y sacrificio, intentando borrar.
Todo el tiempo que no te busqué, intenté tapar mi dolor, engañándome felicidad con lo banal y superficial, no lo logré.
Recuerdo decirte, ¡te quiero para siempre!!!.
Perdón por lo generado antes y ahora, nunca lo planeé.
Si Dios existe como creemos, pues su plan no era al inicio juntarnos, pero si mi lucha tiene que ir contra él,… lo haré, pues no hay sentido vivir sin intentar tenerte otra vez en mi corazón.
Perdóname mi amor.
Estoy amando, no sabría decir, nunca supe explicar, y creo que nunca lo haré. La sensación es única, que no necesita palabras buscadas ni rimadas para sacar lo agradable en la acción del lecturar.
Todo esto por culpa de una mujer, propia de los andes con rasgos de musa, sonrisa perlada que apenas soportaría ver, tez lisa y apenas tocable, mirada pura que cambia hasta al mas rebelde y osco conquistador. Cariñosa, amable, pura y natural, sin complejo mas que el sentimiento generador de feo al mísero espectador.
Alta y fina de corazón, pues contare por ti esta pasión, que quizás después de muerto ni sabrás, ya que estoy amaniatado por mi complejidad y racionalidad.
Mi descontento y labor errante, me llevo a ti. Recuerdas?
Tus movimientos y actitudes con las montañas, lluvia, árboles y vientos embriagaron mi corazón, tanto que generaste una anomalía que buscaba llenar ese volumen faltante llamado amor, la cual curaste.
Mi estupidez y cobardía arrancaron desilusión en ti, pronto llegaría, esa era mi forma de ser.
Decidiste dejar atrás el mundo y mirar al cielo para buscar consuelo, y fuiste correspondida.
Me dijiste que no te buscara, lo hice.
Me dijiste que no te llamara, igual te hice caso.
Me dijiste que era un mentiroso, no te creí.
Nunca supe el porque, pero respeté tu pedido. Creo no saber el dolor que vivías, pero te cuento que el mió fue confuso, irracional, amnésico, nostálgico que enmascaraba a la vez mi desgracia, muerto de miedo, paralizado, desubicado, sin aun entender que te perdí.
Decidiste austeridad, obediencia, castidad y sacrificio, intentando borrar.
Todo el tiempo que no te busqué, intenté tapar mi dolor, engañándome felicidad con lo banal y superficial, no lo logré.
Recuerdo decirte, ¡te quiero para siempre!!!.
Perdón por lo generado antes y ahora, nunca lo planeé.
Si Dios existe como creemos, pues su plan no era al inicio juntarnos, pero si mi lucha tiene que ir contra él,… lo haré, pues no hay sentido vivir sin intentar tenerte otra vez en mi corazón.
Perdóname mi amor.
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